En el desarrollo habitacional Balcones de Santa Anita, los colonos solicitan el apoyo de dependencias gubernamentales para, en conjunto, solucionar las diferentes problemáticas que enfrentan en el fraccionamiento.
Balcones de Santa Anita está compuesto por 24 etapas, de las cuales, según aseguraron algunos habitantes, 20 presentan fallas en el sistema de alumbrado público, quienes añadieron que en varias ocasiones ha sido reportada esta situación sin obtener respuesta alguna, “La mesa directiva se ha encargado de reportar la luz desde hace más de un mes, pero parece que nadie les hace caso (…), pocas veces vemos por aquí vehículos del Ayuntamiento”.
Por Noemí Figueroa
Áreas verdes en mal estado, inseguridad y un camino de ingreso poco grato, forman parte de la vida diaria de los colonos, quienes señalan la presencia de Omar Cervantes, titular de Procesos Ciudadanos, como la última autoridad gubernamental que se presentó en este conjunto habitacional el pasado 21 de septiembre, con la promesa de establecer soluciones y mejorías, esto luego de que vecinos afirman que fueron ignorados por Servicios Públicos, “Hace unos meses pedimos hablar con el Presidente Municipal y terminaron enviándonos con el señor Erik Tapia, quien nos dijo que no sabía por qué nos habían enviado con él y nos escuchó, pero simplemente ignoró nuestras peticiones”.
La mayor queja de los vecinos se concentra en el servicio que brinda el transporte público, pues la ruta 182 es la única línea que ingresa hasta la primera etapa de este fraccionamiento y tiene como destino la antigua central camionera en el centro de Guadalajara, además la frecuencia de paso entre cada unidad es de una hora o más, por lo que quienes requieren trasladarse a la Cabecera Municipal, deben abordar por lo menos dos camiones, “Todavía aparte del pésimo servicio que nos dan los camiones a partir de como las 7 de la noche, te dicen que sólo llegan hasta el pueblo de Santa Anita o simplemente ya no hay camiones, una vez me tuve que venir caminando desde la carretera a Morelia como a las 9 de la noche”, declaró una vecina de la etapa 3.
Esta unidad habitacional, se suma a los fraccionamientos carentes de planteles educativos, por lo que padres de familia han optado por integrar a sus hijos en escuelas privadas, no únicamente por la saturación de alumnos en escuelas públicas, sino que además el plantel más cercano se encuentra a 3 kilómetros dentro de Santa Anita, traslado que en un vehículo se reduce a 5 minutos, sin embargo los mototaxis por otorgar este servicio han establecido cuotas de entre 30 y 40 pesos por persona, o de lo contrario los habitantes se ven en la necesidad de caminar o esperar la ruta 182, “Me las he visto muy duras para pagar la escuela de mi hijo, pues a veces me he quedado muy limitada con la comida, lo bueno es que sólo tengo uno y todo es para su beneficio, porque su educación es lo único que le dejaré de herencia”, manifestó la señora Norma.
Los habitantes inconformes expusieron la falta de un puesto de socorros cercano, ya que en varias ocasiones les ha sido negada la atención en el centro de salud de Santa Anita y en caso de emergencia deben acudir a la unidad médica de la cruz verde de Las Águilas, así mismo atestiguan que en escasas ocasiones ingresan unidades de seguridad pública, y para colmo, aseguran, han sido captadas en actos ilícitos, “Uno como vecino sabe muy bien quién vende michas y qué tienda vende cerveza a menores de edad y de madrugada, pero los policías nomás entran a llevarse su mochada”.
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