La muerte fue la protagonista de una noche en la que niñas y jóvenes se caracterizaron de calavera para participar en el primer concurso municipal de catrinas dentro de la segunda edición del concurso de altares de muertos.
Un total de 80 mujeres de entre 6 y 25 años pasearon con elegantes vestimentas y el tradicional color blanco y negro plasmado en su rostro, adornado con maquillaje de vistosos colores que le dieron vida a la figura de la muerte.
La convocatoria para este concurso de catrinas contemplaba una sola ganadora, sin embargo, debido a la numerosa y destacada participación de las concursantes se determinó premiar a cinco de ellas.
Por Víctor Hugo Ornelas
Los primeros tres lugares se llevaron un premio económico, mientras que hubo dos menciones especiales que recibieron una figura artesanal realizada en barro bruñido, esto cortesía de los talentosos artesanos de San Juan Evangelista.
En cuanto a los altares se refiere, el Cecytej 23, ubicado en Avenida Concepción, repitió como el primer lugar del concurso el cual había conseguido en la edición de 2012, mientras que el segundo lugar fue ocupado por el Cecytej 21 de Chulavista.
El 2 de noviembre sigue y seguirá siendo una tradición que no requiere echar raíces en nuestro país y la gente del municipio lo demostró durante el festejo en honor a este día, pues fueron los habitantes del municipio quienes se llevaron la noche.
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