martes, 12 de febrero de 2013

Malecón de un día


Los domingos en Cajiti-tlán parecen día de fiesta, todo está lleno de gente, los puestos de gorditas, la plaza, el templo, el malecón y hasta los puestos de papitas de la plaza. Incluso las banquetas están llenas, unas de coches, otras de cazos de carnitas, y muchas más con puestos de tacos, frutas, verduras, discos, antojitos… hay de todo, para vecinos y visitantes caminar por el arroyo vehicular es parte del folclor de Cajititlán.

Pero todo cambia si se visita algún día entre semana. Un miércoles cualquiera, a las dos y media de la tarde, las calles, la plaza y el malecón parecen ser escenario de un pueblo fantasma, salvo por algunos jóvenes que deciden ir al malecón a pasar un rato agradable con sus amigos. Unos lo hacen recargados en el muro del malecón mientras forjan un churro, otros sentados en las bancas con alguna botella de licor para aguantar el calor que comienza a hacer en febrero y tan sólo una mesa ocupada con comensales.

Por Mario G. León


“El domingo nos va muy bien, viene mucha gente, pero entre semana está muy solo, así como ve ahorita está casi siempre… el sábado también viene algo de gente, pero los demás días no sacamos ni para nuestras comidas, a veces no vendemos nada”, expresó un comerciante del malecón.

Nos comentaron que anteriormente los únicos clientes que tenían entre semana eran los muchachos de la prepa, normalmente a consumir cerveza, pero como la mayoría de ellos son menor de edad, les prohibieron esa venta, “Eso lo entendemos y está bien, nosotros también tenemos hijos”.

Falta promoción

La inversión millonaria para la construcción del malecón y la extracción de lirio, que años atrás cubría las aguas de la laguna de Cajititlán, sólo han servido para incrementar las visitas un día a la semana.

La infraestructura creada no ha logrado convertir a esta población en un referente turístico del Estado, como se pronosticó cuando fue anunciada la obra, sin embargo, Cajititlán tiene lo necesario para que sea el turismo lo que sostenga a la localidad.

Múltiples proyectos de promoción que sonaron mucho, mientras se construía el malecón no han logrado concretarse, ni siquiera un evento oficial de inauguración, aunque fuera el simbólico corte de listón; pero esto no es sólo responsabilidad municipal, pues el gremio de los comerciantes tampoco se ha organizado para hacerlo.

Tanto ejidatarios, comerciantes, así como la Dirección de Turismo, tienen mucho por hacer para proyectar a Cajititlán como punto turístico, y más aún, tras el anuncio de la construcción de un segundo malecón en Cuexcomatitlán, pues de no realizar una promoción efectiva en el ya existente, los pocos turistas que acuden a la laguna tendrán dos opciones para disfrutar esta belleza natural, en detrimento de los comerciantes ya establecidos en Cajititlán.

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