miércoles, 7 de noviembre de 2012

Cajititlán, una laguna que muchos quieren rescatar


Diversos grupos siguen intersesados en mejorar las condiciones de
la laguna, otros la contaminan

Localidades como San Lucas, San Juan, San Miguel, Cuexcomatitlán y desde luego Cajititlán, han sido testigos de los cambios que ha sufrido su laguna, alguno de ellos benignos, pero todos los de este tipo a raíz de la afectación que presenta el vaso lacustre.

En 2009, la Comisión Estatal del Agua (CEA) determinó, a través de un estudio, que la laguna presentaba residuos fecales y de metales pesados, aunque la CEA aseguró que dicha presencia se encontraba dentro de los parámetros establecidos y no representaba un riesgo de salud para habitantes o fauna de la laguna.

Pese a lo anterior, diversos grupos de las localidades que rodean la laguna se alarmaron sobre la calidad del agua, pues tanto en 2009 como en 2010, los pescadores detectaron peces muertos, preocupación que se extendió a la población que dudaba en consumir producto extraído de Cajititlán.

Por Víctor Hugo Ornelas

En 2010 el gobierno municipal anunció el rescate de Cajititlán, lo cual lograrían en base a la creación de colectores, siembra de algunas especies de peces y la creación de un malecón, los tres puntos se cumplieron, mas no significó que las cosas cambiaran en torno a la percepción de algunos grupos sobre la laguna.

Para 2011, el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, (ITESO), a través de su programa de ecología política, publicó un estudio de Cajititlán en donde menciona que los “Habitantes perciben que ha sido contaminada desde hace once años.  La diversidad acuática se está perdiendo y las condiciones naturales que permiten el escurrimiento y la filtración del agua de lluvia cada vez están más afectadas”.

El tema de la calidad del agua en Cajititlán sigue siendo objeto de estudio de diferentes instituciones que se integran a proyectos como el nombrado “Por un lago limpio” que cuenta con la participación de  la Universidad Politécnica de Tlajomulco, la Universidad de Guadalajara y el ITESO, y que como objetivo tiene el de lograr mejorar las condiciones ecológicas del vaso lacustre.

En los próximos días, integrantes de las poblaciones ribereñas, algunas instituciones y grupos de investigación, iniciarán una serie de reuniones en pro de mejorar las condiciones de la laguna de Cajititlán y generar conciencia sobre la importancia de lo que es un símbolo municipal que ha sido menospreciado por sus propios pobladores y que de lograrse explotar, podría generar innumerables beneficios para Tlajomulco.

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