jueves, 2 de agosto de 2012

Ya ni la amuelan

Ahora los delincuentes roban mobiliario público


Las casas siguen siendo el blanco preferido de los amigos de lo ajeno, sin embargo, cada vez es más recurrente que estos delincuentes roben mobiliario urbano. Comenzaron con las coladeras y tapas de registro, mismas que venden por kilo en chatarreras y con cada una consiguen una cantidad aproximada de 60 pesos, sin embargo, ahora el robo paso a otro nivel, a inicios de semana fueron hurtadas un par de luminarias y una banca de concreto del parque lineal de Adolf B. Horn.

El robo tuvo lugar en un punto sumamente transitado, en los cruces de esta avenida con la Primero de Mayo de Santa Cruz del Valle, ahí, dos de las luminarias de aluminio que corresponden a una de las plazoletas de descanso del parque lineal, fueron arrancadas.

Por Víctor Hugo Ornelas

En el sitio, ahora lucen solamente unos cables, la lámina lacerada y los rastros de los cimientos de la banca, lo primero mencionado, será vendido por kilo, mientras que la banca, será destruida y reducida a escombro para sacar la varilla y comercializarla como chatarra, dicho botín podría tener un provecho de entre 300 y 500 pesos, mientras que en su condición de equipamiento urbano, su valor supera los 2 mil pesos.

El robo de estos artículos se llevó a cabo con completa alevosía, y además de robo, podría calificarse el hecho como acto vandálico, evidenciando la apatía y complicidad de los ciudadanos que pudieron ser testigos de lo ocurrido, pues no existe ninguna denuncia al respecto. Por otro lado, es claro que los recorridos de vigilancia que realiza la policía no son suficientes para evitar una situación como la ya comentada, en la que el delincuente tuvo tiempo de desmantelar tres artículos y acarrearlos sin que nadie lo impidiera.

El gobierno municipal tendrá que planear algún tipo de estrategia para cuidar del mobiliario urbano del parque lineal de Adolf B. Horn, ya que de ser recurrente este tipo de eventos, el parque quedaría saqueado en un futuro no muy lejano. Y en cuanto al actuar de los responsables de ese acto delictivo, es completamente reprobable y podría decirse que el robo no afectó a un particular, sino a todo un Municipio, pues el costo de dicha obra se pagó con impuestos de la ciudadanía.

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