viernes, 10 de agosto de 2012

Aunque la jaula sea de oro…

A dos años de haber cambiado la cárcel municipal,
así están los actuales separos


Hace dos años, en el mes de enero, uno de los temas centrales en la agenda de gobierno de la actual administración fue la cárcel municipal; ésta se ubicaba en la parte alta de la entonces presidencia y albergaba un promedio de trece reos.

Las instalaciones contaban con una oficina administrativa, un área de revisión, dos celdas de aproximadamente 30 metros cuadrados y un pequeño patio, en el que los presos podían dar algunos pasos, hacer ejercicio y colgar la ropa recién lavada.

Sin embargo, dichas instalaciones se encontraban en condiciones deplorables y eso, aunado a su ubicación, fueron motivos suficientes para que fuera reubicada a las instalaciones del actual edificio de seguridad pública.

Pero la cárcel nunca no se reubicó realmente, sino que al desaparecer de la azotea de la presidencia, la prisión municipal pasó a la historia, lo que ahora encontramos en seguridad pública es un centro de detención, así lo señalan las autoridades municipales, y es que, llamarle cárcel a las actuales instalaciones, sería un error y un retroceso.

Por Víctor Hugo Ornelas

El centro de detención

En el rincón de la planta baja del cuartel general de la dirección de seguridad pública se encuentra el centro de detención, al ingreso hay una reducida oficina, cuyo espacio es en su mayoría ocupado por muebles; un par de mesas, casilleros, un archivero al que se le nota el trabajo que le cuesta mantenerse en pie, un horno de microondas, un viejo ventilador y una televisión donde se puede ver el futbol y las novelas.

Debajo de una de las mesas hay una caja de plástico, su contenido son algunas bolsas que en el interior tienen las pertenencias de los detenidos, cinturones, celulares, carteras y monedas, es lo más habitual que puede encontrar ahí. Al carecer de un espacio para la inspección, los policías deben hacer la revisión en esa misma oficina, ahí llenan los formatos de ingreso, de salida y de paso, les toman la foto a los detenidos, apoyándose de una cámara digital y un poster colocado en la parte trasera de la puerta de ingreso.

Una vez que pasaron esa aduana, los detenidos son enviados a su celda y no existe ese pasillo largo, en el que el preso puede reflexionar sobre sus delitos mientras camina hacia ella, aquí sólo cinco pasos y ya llegaron.

Al interior hay tres celdas, una de ellas es ocupada por los delincuentes de paso, el día de nuestra visita había diez, el record se mantiene en 30 detenidos en la misma mazmorra. El espacio también aquí es reducido como para que todos alcancen un lugar para dormir, por lo que el de mayor antigüedad es quién tiene la preferencia, así que muchos lo tienen que hacer en el suelo y en lo que al baño se refiere, este carece de privacidad alguna.

Otra de las celdas se encontraba vacía, porque es donde ingresan las mujeres y los menores infractores, sus paredes han sido presa del ocio de los detenidos que no dudan en dejar alguna marca representativa, “San Sebas Rifa”, “Los más buscados” y “Locos forever”, son algunas de las frases que se leen ahí, también hay rastros del temblor que dejó una grieta que permite ver al otro lado del muro.

Finalmente está la llamada suite de lujo, una celda que le perteneció a un tipo por más de un año, pues el hombre no quiso ir a prisión y por medio de un amparo logró llevar su proceso en los separos municipales. Esta celda ahora es ocupada por otro preso que se dice bastante cómodo en el lugar, y cómo no estarlo, además la cercanía con su familia y recibir visita de ellos, el hombre recibe sus tres comidas diarias de manera puntual, tiene televisor, regadera, despachador de agua, guardarropa, botana y hasta material para hacer manualidades y distraerse.

“Hago estos collares y mi esposa los vende, también así le ayudo”, mencionó el hombre que ocupa la celda,  “Según eso por asalto a persona, pero ya les dije que yo no fui, también el muchacho (asaltado) ya les dijo que no fui yo, pero aquí sigo”, concluyó.

¿Qué dice el gobierno?

Para Marisela Gómez, titular de la dirección de seguridad pública, el cambió de la cárcel a los separos actuales ha traído beneficio, “Mejoraron las condiciones de higiene presentación y limpieza, además toda la gente que estaba sentenciada y tenía ya tiempo ahí, fue trasladada al centro penitenciario”, señaló.

En cuanto al espacio, apuntó que, “Es un poco más adecuado que donde estaba, aquí está el cuartel de seguridad, los juzgados municipales y tenemos tres celdas, una para personas del sexo masculino, otra para damas y cuando hay menores detenidos ahí los tenemos”.

La directora, que tiene un amplio recorrido laboral en centros de readaptación social, acepta que es necesario que el preso tenga acceso a las actividades deportivas, escolares y culturales de los centros penitenciarios, para lograr su verdadera readaptación social, por ello buscan que los separos municipales sean sólo de paso, pero cuando la estancia del detenido se prolonga, sus actividades se limitan al ejercicio en la propia celda.

Sin lugar a dudas, es necesario que las condiciones del actual centro de detención cambien, cosa que no podrá lograrse en el lugar en el que está actualmente, puesto que la edificación fue pensada para habilitar locales comerciales y no las instalaciones de un cuartel de policía y sus separos.

Gómez Cobos también señaló que existe un proyecto en puerta que no se llevó a cabo en esta administración, pero espera se ejecute en la que viene, se trata de un edificio para la seguridad pública, “Donde ya se tendrían los espacios adecuados para cada área”, de manera extra oficial, podemos informar que el edificio estaría ubicado en un predio cercano al centro comunitario de Chulavista en la zona del valle.

Juzgue usted

En promedio hay un estimado de siete detenidos por día según registros de la propia policía municipal, número que se duplica durante los fines de semana, todos son concentrados en un espacio de aproximadamente 20 metros cuadrados, la mayoría de ellos ingresan por alguna falta administrativa o delito menor y en ocasiones tienen que compartir la celda con delincuentes reincidentes, violentos o de peligrosidad.

Las condiciones del lugar dejan mucho que desear, los custodios se encuentran en una oficina tan pequeña que al verla, uno duda sobre quiénes son los que están encerrados, ellos o los detenidos.

Tlajomulco y sus gobernantes piden a gritos ser tomados en cuenta como parte de la zona metropolitana de la cual forman parte, también intentan día con día ser protagonistas en el Estado y superar a Municipios como Tlaquepaque y Tonalá, por ello, la pregunta obligada sería: ¿Tiene Tlajomulco los separos municipales para un Municipio de su magnitud?

1 comentario:

  1. Las condiciones de los separos aqui en Tlajomulco son deplorables. A mi me toco caer en dichos separos pasando una estadia alrededor de 72 hras. El primer dia fue muy pesado pues habia por lo menos 25 personas y era imposible poderte sentar o moverte. Bien dicho al delitos menores asi como tambien delincuentes de alto riesgo, al final todos los ponen juntos y son tratados de una manera despota por parte de cualquier custodio. Como comento creo que todos aquellos que tenemos alguna falta alministrativa es un error el recibir este trato de estos que se hacen llamar personajes de la seguridad publica. Otra punto que me pude dar cuenta en cuanto cuando uno va a declarar al Ministerio Publico, pude ver la realidad que atravezamos, nos encontramos con personas que golpean, faltan al respeto y te hacen sentir como un verdadero delincuente. No se diga todos el Policias Judiciales que siente que vuela y golpean a la mayoria de los declarantes.

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