Sucia y lo que sigue

El agua en Eucaliptos, además de no ser apta para su consumo, contiene
insectos vivos y muertos

Además de ser escaso, el servicio de agua potable en el fraccionamiento Hacienda de los Eucaliptos, presenta otro problema, que para sus habitantes es igual o más grave, pues comienzan a dudar de la calidad del vital líquido.

El 30 de marzo del año en curso, un representante vecinal, buscó a personal de la constructora para hacerles saber uno de los problemas a los que se enfrentan los habitantes de la etapa cuatro del mencionado conjunto habitacional. “Me incomoda y me preocupa que el agua supuestamente potable que recibimos en los domicilios, directamente de la llave, que en varias ocasiones sale sucia, gris o café, como con oxido o barro, ahora está saliendo hasta con maromeros”, explicó el vecino en un escrito dirigido a los representantes de la fraccionadora.

Por Víctor Hugo Ornelas

La respuesta que recibió fue inmediata, por la tarde del mismo día que entregó la carta, el representante vecinal recibió una llamada telefónica por parte de la constructora, informándole que atenderían el problema y limpiarían los depósitos contenedores, pues aparentemente, asumieron que ahí se encontraba la fuente del problema.

Sin embargo, hasta la fecha, la situación persiste y en esa etapa del fraccionamiento el agua no solamente sale sucia de las tomas, además, contiene una especie de larva, al parecer de un tipo de mosco, el cual temen pueda ser portador del dengue.

Los vecinos suponen que el problema continúa debido a la falta de atención por parte de la constructora, que no dio seguimiento al caso y nunca reportaron haber limpiado los contenedores como lo habían dicho, por otro lado, la respuesta que reciben de autoridades municipales es el impedimento que argumentan tener para intervenir en este asunto, por no haber recibido todavía la etapa cuatro de Eucaliptos.

Lo anterior no solamente preocupa a los habitantes del fraccionamiento, además, ha generado molestia, y cómo no estarlo cuando muchos de ellos compraron su casa con créditos de hasta 30 años con la esperanza de adquirir un patrimonio y no una serie de problemas, que atentan incluso contra su salud.