martes, 15 de febrero de 2011

Hundidas, solas y abandonadas

Por Víctor Hugo Ornelas


En octubre del 2010, publicamos en este semanario la problemática a la que se enfrentaron habitantes de toda una etapa del fraccionamiento Colinas del Roble, sus casas comenzaron a mostrar cuarteaduras y hundimientos.

Para inicios de este año, los vecinos que a finales de noviembre fueron reubicados aún no ven una solución real por parte de la inmobiliaria, algunos de ellos siguen viviendo el problema día con día.

“Nos dijeron que nos iban a mandar a Lomas del Mirador (fraccionamiento de Homex a un costado de Chulavista) que en enero, pero todavía ni nos enseñan las casas, ni siquiera sabemos si vamos a querer irnos para allá”
Comentó uno de los afectados; y es que el cambio de residencia no solo implica el mover sus pertenencias, también representa un problema para conseguir lugar en la escuela para los niños, modificar rutas para ir al trabajo y adaptarse a un nuevo entorno.

Al parecer, las casi 40 casas que fueron desalojadas serán demolidas, ya que el terreno no es apto para construcción. Por el momento están en total abandono, sumando la falta de alumbrado público y la nula vigilancia policíaca que los vecinos de este lugar refieren, han generado que los allanamientos estén a la orden del día.


En un recorrido por estas viviendas pudimos apreciar que algunas todavía tienen muebles, sin embargo, las ventanas están rotas, las protecciones y herrería retiradas, mientras que en el interior de las viviendas se aprecia un desorden total, la instalación eléctrica fue sustraída, al igual que los muebles de baño.

Dos de las personas afectadas aseguran que las casas donde fueron reubicadas son de particulares, a quien la constructora paga la renta o al menos debería, ya que según su versión se deben al menos dos meses de renta.

“No han pagado, de la mía (casa) deben dos meses y de la vecina como tres, luego el dueño me anda hablando para que le page”
Otras vecinas que se encuentran cruzando la calle de donde están las casas, ahora abandonadas, han comenzado a notar pequeñas fisuras en sus paredes, esto ha generado desconfianza y temor de que puedan llegar a padecer el mismo problema.

“Todas esas casas de enfrente las van a demoler, pero resulta que las de nosotros, según ellos, no tienen problema, tu crees que les vamos a creer, si nada más estamos a unos metros y además ya hay cuarteaduras en nuestras casas”
Los afectados piden que se les de seguimiento y que el apoyo recibido en octubre pasado no se quede como una buena acción, pues el problema aún no se ha resuelto del todo.

“Ahorita ya nadie nos hace caso, cuando dábamos de gritos, ahí si nos atendían pero ahorita nadie hace nada”

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