domingo, 13 de febrero de 2011

¿Esos son todos?

Por Víctor Hugo Ornelas


El disponer de un terreno para estacionamiento no es sino una iniciativa del ayuntamiento, creada con la finalidad de desahogar la cabecera municipal de vehículos que pertenecen a funcionarios, para que los habitantes de la cabecera municipal, puedan contar con mayor espacio para estacionar sus autos durante las obras.

Por otro lado, según palabras de Hugo Luna, titular de la coordinación de proyectos estratégicos, la medida sería una especie de solidarización con la población, donde el funcionario hará una especie de sacrificio al dejar sus autos en un lugar a las afueras de la cabecera.

Sin embargo, esto no ha sucedido, las calles están igual de saturadas y los funcionarios las siguen ocupando, aunque parece sorprendente que con tantas herramientas de comunicación aún no hayan recibido instrucciones al respecto.

Quizá el correo institucional del ayuntamiento falló, posiblemente la circular no ha llegado a todas las dependencias, incluso puede ser que nadie se tomó la molestia de utilizar un recurso más arcaico para, al menos, mandar un mensajero de oficina en oficina que les avisara a los funcionarios que se habilitó un estacionamiento para sus vehículos.

El terreno ubicado a un costado de carretera a San Sebastián hace la función de corralón, en su interior se pueden ver sólo algunos vehículos oficiales y ni siquiera una decena de particulares, aunque tiene todo lo necesario para ser habilitado, al ingreso se colocó una malla y una plancha asfáltica, también fueron instalados dos topes a la altura de este, para evitar algún accidente a la hora de la entrada y salida de los vehículos.

Algunos funcionarios mencionan que no han recibido un oficio o una instrucción directa sobre el uso o ubicación de este estacionamiento, otros mencionan que la instrucción fue que se guardarían los autos, pero sólo los oficiales.

Entre que son peras o manzanas, en las mañanas se puede ver a uno que otro servidor público por un costado de la carretera caminando hacia la cabecera, lo que representa un poco más de un kilómetro para llegar a las oficinas gubernamentales.

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