Banco de materiales un verdadero caos.

Por Víctor Hugo Ornelas

Tras la inspección de bancos de materiales alrededor de todo el municipio de Tlajomulco, la dirección de ecología se encontró varios que presentaban diversas irregularidades, asi lo mencionó el director de esa dependencia, Salvador Zamora.

El directivo acotó que encontraron bancos que están trabajando de forma irregular, que están totalmente clandestinos y que no están dentro del padrón de bancos y están fuera totalmente de la norma.

Estas clausuras se dieron al continuar las inspecciones que se realizaron en los últimos meses dentro de la administración pasada, aunque señaló Zamora que en las mencionadas inspecciones, se omitían algunos reglamentos y especificaciones que se presentaban de manera evidente.

El Tecolote es uno de los bancos que se ha explotado de manera totalmente clandestina, las excavaciones superan por mucho los 7 metros que permiten, pues se pueden apreciar alrededor de 20 a 25 metros de profundidad, además carece de cualquier medida de seguridad. Ahora el banco está clausurado, pero lo que será mas complicado lograr, será la recuperación del terreno, pues con este saqueo de aproximadamente medio millón de metros cúbicos, se han causado daños irreversibles la zona, “Vamos a empezar a proceder legalmente contra quien resulte responsable por el daño ecológico”, advirtió el titular de ecología.

En cuanto a la determinación de quién debe responder por estos hechos, se ha dejado claro que no se deslindarán responsabilidades de manera arbitraria y se buscará por todos los medios dar con los responsables de estos bancos clandestinos, pues en ocasiones no es el propietario de la parcela quien vende el material y algunos se aprovechan llegando a engañar al ejidatario propietario del terreno.

Hasta el momento no se tiene un dato exacto de cuántos son los bancos de materiales que operan en el municipio, ya que muchos de ellos no están dados de alta en el padrón de ecología y operan de manera clandestina por lo que no han sido detectados. El entrevistado comentó además: “Aquellos que cumplen con la norma y trabajan conforme a ley son quizá la minoría”.

En el municipio de Tlajomulco de Zúñiga este negocio se convirtió en una mina de oro con la llegada de fraccionadores y la construcción de miles de viviendas, al grado que se creó toda una mafia para el manejo y la producción de este material, en la que los beneficiados son pocos y el perjuicio al municipio y su ecología es más alto que el provecho que se le puede sacar.